¿Qué es el miedo a la asfixia?
Cuando nos ponemos ansiosos, y como parte de la respuesta de ansiedad, involuntariamente alteramos nuestro patrón respiratorio: respiramos más rápido o más profundamente. La explicación es que necesitamos un aporte mayor de oxígeno para correr (huír) o para luchar.
Sin embargo, si no realizamos ninguna de estas dos actividades, caemos en un estado de hiperventilación (en nuestro organismo hay más oxígeno del que necesitamos) y, paradójicamente, uno de los efectos que esto produce a nivel de sensaciones físicas es sensación de asfixia o de falta de aire.
La única forma de que una persona muera asfixiada es que no llegue oxígeno a sus pulmones, y cuando estás en un ataque de pánico el nivel de oxígeno es superior al normal. Por tanto, ¡estás en un estado justamente contrario al estado de asfixia!

